jueves, 20 de octubre de 2011

SOMALIA, EN TIERRA DE NADIE

Retomamos el blog después de un tiempo para escribiros sobre un país que ultimamente ha estado en los oídos de la gente aunque mucho menos de lo que debería. Y lo que es más cierto, es un país del que no se puede decir ciertamente que sea un PAÍS, ya que es un estado fallido. ¿Y qué es un estado fallido?


Es un término utilizado por periodistas y comentaristas políticos para describir un Estado soberano que, se considera, ha fallado en la garantía de servicios básicos. A priori podemos extraer de esta definición que los mayores perjudicados es su población. Pues desde 1991, Somalia es uno de ellos. 


Situado en lo que se conoce como el Cuerno de África, del que ya hemos venido hablando de cómo está la situación anteriormente cuando estaba en Kenia; tiene 10 millones de habitantes y desarrolla sus actividades políticas y económicas de forma diferente en función del "señor de la guerra". Este término hace referencia a personas con poder que tienen el control militar de un área nacional, gracias a un grupo de fuerzas armadas leales al señor, y no a la autoridad central. Estas personas controlaban los clanes individuales en los que se dividía la sociedad somalí, y provocaban conflictos entre ellos por la disputa del territorio. Desde la salida de la ONU, se considera a Somalia como un país sin gobierno y desde la guerra civil de 1991 ha habido mas de 200.000 muertos y un número muchísimo mayor de desplazados a países vecinos, entre los que se encuentran Kenia y Etiopía. Actualmente el mayor número se concentra en el campo de refugiados Dadaab, del que sobreviven en condiciones más que precarias y donde la seguridad de los voluntarios ha supuesto una dificultad para las organizaciones que allí trabajan.


 

En la actualidad, y tras la guerra y posterior, Somalia está dividida en diferentes partes, la del norte con el proclamado Estado de Somaliland o el Estado de Putland; la parte central donde vive una fase de transición con una autoridad local rudimentaria; y la del sur, la más difícil por una cuestión política desfragmentada y donde se sitúan las mayores zonas declaradas en hambruna por la ONU en Julio. Es por todas estas situaciones donde más cuesta comprender por qué Somalia no se oye practicamente en los medios de comunicación, desde los masivos movimientos migratorios a los países vecinos así como los problemas gubernamentales que se están oyendo. En cambio, lo que se oyen son los secuestros de los barcos en el Índico, una zona plagada de piratas que simplemente son marineros y pescadores impulsados por la situación de pobreza actual. La piratería somalí es, por tanto, la punta del iceberg, la pequeña parte visible de un gran problema asentado en diversos factores de violencia, pobreza y deseperación. Es lo que se llama, una "guerra olvidada".


Os dejo aquí un extracto de diapositivas para entender mejor todo esto de parte de Alejandro Majarena y Andrea Cruz de los cuales me he servido de alguna información para explicaros todo esto.

Así pues, ¿qué se puede hacer con toda esta situación? ¿Con toda esa población civil que ha tenido el infortunio de encontrarse en una tierra abanada al conflicto? Sus casi 650.000 kilómetros cuadrados son mayoritariamente desérticos. Los habitantes de Somalia se han disputado sin cesar los escasos recursos (agua y pastos) desde hace muchísimo tiempo y eso hace que no avancen en un bien común. Es la desesperación por toda la situación que sufre el país de Norte a Sur y que difícilmente se puede pensar una manera de solucionarlo en base a las numerosas disputas de los distintos clanes y grupos religiosos que tratan de convertirse en "señores de la guerra".

Como siempre, los que más pierden son los refugiados que los que tienen suerte son capaces de emigrar a otras zonas más tranquilas por así decirlo pero otros miles se tienen que quedar en campos internos, donde no hay un día en que se piense que puede ser el último debido a los numerosos conflictos que existen por muchas de los territorios. El mismo Mogadiscio, la capital, es hoy una ciudad mayoritariamente en ruinas donde el mejor de los paisajes es encontrar edificios derribados y los agujeros de las balas en las paredes aún en pie.


Es Somalia, un país de África con una conexión estratégica geográfica en principio bastante favorable pero que ciertamente, viendo como está la situación se puede decir que está en tierra de nadie.

 


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