domingo, 28 de septiembre de 2014

Los hogares fantasma

Si existe la palabra vulnerabilidad en este mundo, debería ir siempre asociada a aquellas personas que son desplazados internos. A diferencia de los refugiado, los desplazados internos no cruzan fronteras internacionales en busca de seguridad y protección, si no que permanecen dentro de su propio país. Puede ser que en ocasiones las razones sean las mismas que los refugiados, pero con la diferencia de que los desplazados internos permanecen bajo la protección de su gobierno, incluso cuando éste es la causa principal de su huída.

Esta introducción que acabo de hacer inicia este post basado en en aquellas personas que inevitablemente se ven forzados a abandonar toda una vida y tener que huir debido a los problemas totalmente ajenos a ellos que sufren. Y con ello me refiero al conflicto de Siria que está sucediendo en este instante.

El 20 de Junio se celebra el Día Mundial de los Refugiados y ese día la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) informó hoy que 51,2 millones de personas se vieron obligadas el pasado año a abandonar sus hogares a causa de crisis y conflictos, la cifra más alta después de la Segunda Guerra Mundial. Este incremento se debió principalmente al ya citado conflicto de Siria, y a otras crisis en África, como son la de la República Centroafricana y Sudán del Sur. Podemos ver en este gráfico el número de refugiados en los últimos 25 años y ver la gravedad del momento.



Lo peor es que la mitad de estos refugiados son niños, y las organizaciones de ayudas internacionales y regionales no cuentan con los recursos financieros necesarios para cubrir las necesidads básicas de estas personas. Y como siempre, vuelve a haber unas diferencias tan grandes entre las personas que deciden refugiarse, que al final todo se vuelve más vulnerable. El 80% de las poblaciones refugiadas y desplazadas está compuesto por mujeres, niñas y niños. Esta desproporcionada representación de determinados colectivos, es resultado de una particular división de las tareas en las situaciones de conflicto: los hombres, mayoritariamente, el contingente de combatientes; las mujeres, en cambio, quedan a cargo de proteger el lugar de residencia y cuando esto es imposible, son las responsables de buscar otros lugar donde las personas más vulnerables tengan las condiciones de sobrevivir. Y no nos olvidemos de la brutal violencia que acompaña este proceso.



 
 
Está claro que hay un déficit de paz en el mundo, lo que se debe a una multiplicación de nuevas cris y a las viejas sin resolver. Simplemente con esta frase, se resume la precaria situación actual: cada minuto, ocho personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror y la mayoría tiene que elegir entre algo horrible o algo aún peor.

Al final lo que queda es la historia de cada una de las personas que sufren esta lacra. Son esas pequeñas historias que personalizan lo que cada uno de estos 51,2 millones de personas desplazadas representan. Aquí os dejo la historia de Maria Eugenia, una mujer colombiana que ha sufrido la violencia de la guerrilla en sus propias carnes.




Pero como Maria Eugenia, hay muchísimas mas historias de mujeres que en su huida, corren el riesgo de  eencontrarse con miembros del ejército enemigo que consideran la violación sexual como un "arma de guerra" que inflige humillación y derrota y derrota, no solamenta a quien la sufre, si no a todo su entorno familiar y comunal. Es por ello que toda esta problemática exige una análisis de género, algo que siempre ha sido ignorado. Y este análisis es preciso, en primer lugar, para poder tomar en consideración las necesidades y preocupaciones específicas de las mujeres, como colectivo mayoritario que son dichos colectivos, y, en segundo lugar, para poder observar las modificaciones, negativas y positivas, que su situación de discriminación sufre durante la huida, el tiempo de refugio o el retorno.

Esto ha sido una muy pequeña reseña de la situación actual de desplazados y refugiados en el mundo, y por la cual ACNUR dedica todo su esfuerzo diario de pequeños heroes anónimos. Todos pueden aportar y ayudar a que esta gente no tenga que abandonar sus hogares y por ello os animo a que entréis en ACNUR y apoyéis esta causa tan olvidada diariamente.

 

miércoles, 16 de abril de 2014

Energía sin Fronteras lleva la luz a Kenia

El post de hoy me hace especial ilusión escribirlo ya que se trata de un proyecto que ha finalizado Energía sin Fronteras junto con la ONG Amigos de Nyumbani en uno de los lugares donde estuve colaborando hace ya casi tres años!! en Kenia, concretamente en el pueblo de Kitui, al este de Nairobi. Para poner en contexto qué es el Village de Kitui, os contaré brevemente en qué consiste.

El village es una comunidad autosostenible y autogestionada para los huérfanos y ancianos que se han quedado atrás por la “pérdida generacional” que ha causado la pandemia del SIDA. La Aldea pretende formar una nueva unidad familiar integrada por los niños huérfanos que viven con los abuelos (grupo vulnerable y sin recursos), ejerciendo estos últimos como cuidadores.
La Aldea cuenta con un conjunto de infraestructuras que permiten el adecuado desarrollo la comunidad: viviendas para 6 – 12 niños y abuelos, un centro comunitario, una guardería, una escuela primaria, un colegio de secundaria, un centro politécnico, un centro de salud, una unidad administrativa de policía, una casa de invitados, campos de juego, un huerto común y una red de caminos y carreteras. Así pues, se ha creado de la nada un pueblo donde va creciendo poco a poco con todas las infraestructuras y necesidades de una vida diaria hasta estar cerca de llegar al objetivo de 1.000 niños y niñas! Para saber un poco más de este proyecto y de esta aldea en medio de Kenia, os sugiero que léais la página de Amigos de Nyumbani.




Hace cerca de dos años se dio a conocer que Energía sin Fronteras iba a realizar un proyecto de electrifiación en Nyumbani Village que iba a suponer un gran avance de las vidas que residen en al aldea. Basicamente los beneficios de este proyecto para los habitantes son la mejora de la calidad del suministros eléctrico, iluminación exterior, se podrá bombear agua durante más tiempo para los cultivos y ganadería y los colegios podrán disponer de más horas de luz. Para ello han colaborado 5 personas en la viabilidad del proyecto y un equpo de voluntarios de Hidroeléctrica del Cantábrico

Para explicar un poco la fundación que se encarga del proyecto, Energia Sin Fronteras nace a partir de la constatación de que la energía y el agua son componentes esenciales para el desarrollo y el progreso de los pueblos. Os detallo algunos datos básicos con los que trabaja esta fundación para sus proyectos:

  • 1300 millones de personas carecen de acceso a la energía comercial. Generalmente son pobres, en especial mujeres, que viven en zonas rurales y todavía 2.600 millones de personas queman biomasa y leña para cocinar y calentarse.
  • 880 millones de personas en nuestro planeta siguen privadas de acceso a un abastecimiento de agua potable adecuado, y se cifra en unos 2.600 millones el número de las que carecen de instalaciones de saneamiento básicas.
  • La Energía es al mismo tiempo una solución y un problema para el desarrollo sostenible. Hace posible el desarrollo, y sin embargo, es una de las principales causas de contaminación.
  • El acceso a la energía asequible es indispensable si la meta es reducir la pobreza a la mitad en el 2015 (ONU, Objetivos del Milenio)
Pues bien, el proyecto se ha terminado y Energía sin fronteras ha inaugurado su huerto solar de 44.280 Vatios en el Village, formado por 216 paneles solares de 205 vatios cada uno, que abastecerá de energía a los centros de formación profesional de la ecoaldea y fomentando el conocimiento técnico sobre energías limpias y beneficiando a más de 4.100 personas. El nuevo huerto solar, que entró en servicio el pasado mes de marzo, proveerá unos 45 KW de energía eléctrica, que es el equivalente a la energía necesaria para alumbrar un edificio de oficinas de 5 plantas de 1.200 m2.
En conjunto, además de eliminar la contaminación del diésel, el huerto solar ahorrará más de 10.000 litros de diésel a la administración del lugar, lo cual ampliará los fondos disponibles para servicios sanitarios, educativos y de creación de empleo. A través de este proyecto, Energía sin Fronteras promueve el uso de energías renovables y habitadas por comunidades vulnerables.

Sin duda que es una noticia increíble para todos los niños y niñas huérfanos del lugar así como las personas que trabajan en el mismo, que les harán la vida diaria un poco más fácil de lo complicada que es ahora mismo. Son noticias buenas, de desarrollo para las sociedades con más dificultades.

Como las imágenes valen mil veces más que las palabras, os dejo el video del proyecto, para qué véiais como la luz ha llegado a Kitui.


martes, 18 de marzo de 2014

La Ayuda al Desarrollo en tiempos de crisis, ¿realidad o utopía?


Hacía más de dos años que no escribía de nuevo en el blog. Por unos motivos o por otros, había perdido la costumbre de seguir estando inquieto por lo que pasa a nuestro alrededor. No culpo a nada en especial de que haya pasado esto, simplemente la vida viene de una manera u otra y en ocasiones vas abandonando las cosas. Pero un nuevo proyecto de voluntariado muy interesante que he empezado ha hecho que vuelva a escribir de nuevo.

El post de hoy viene perfecto en relación a la situación de contexto actual que se vive actualmente en el mundo y más concretamente en España. La famosa “crisis” es un fenómeno que no sólo ha ocupado la mayoría de las noticias de los últimos 5 años, si no que ha afectado a todos los sectores relacionados con el mundo laboral en la actualidad. la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) es una de ellas. La web de Entreculturas, me ha ayudado a encontrar mucha información en referencia a este tema y quería trabajarlo desde un artículo que tienen de hace un tiempo.

Por dar un poco de contexto a las ayudas de España a la AOD, en el año 2000 la llamada Cumbre del milenio congregó en la sede de las Naciones Unidas a los representantes de 189 Estados para que se hiciera una reflexión de la humanidad. De esta reunión salió los Ocho Objetivos de Desarrollo delMilenio, con el propósito de erradicar la pobreza extrema y el hambre, incidiendo en sus principales causas y mejorando aspectos como salud, educación, igualdad etc. España fue uno de ellos que se comprometió y desde el 2007 se firmó el Pacto contra la pobreza que garantizara, que antes del año 2012, el 0,7% de la Renta Nacional Bruta sea destinada a AOD por todas las administraciones del Estado. A día de hoy, no se ha llegado ni siquiera al 0,5%.


Estos fondos se destinan principalmente a tres áreas como son la cooperación internacional, para promover el desarrollo en los países del sur; a la educación para el desarrollo, con el fin de fomentar una conciencia global que busque un mundo más justo y por último, en ayuda humanitaria para catástrofes naturales. Resulta contradictorio que las ONG nunca hayan gestionado más de un 20% de estos fondos y son los ministerios de Asuntos Exteriores, Economía y Haciendo y las propias comunidades autónomas las que usan la vasta mayoría de los mismos.

Desde el 2008, el Estado ha reducido la AOD en más de 1.000 millones de euros. Son realmente las Comunidades Autónomas las que están reduciendo drásticamente las cifras de AOD en tiempos de crisis, siendo el Ayuntamiento de Madrid uno de los más radicales eliminando prácticamente toda aportación y Castilla la Mancha llegando a recortes del 120% cuando la media de sus recortes en general está en un 20%

¿Cuáles son las consecuencias reales de todo esto? Pues básicamente recortar en AOD supone recortar en dignidad y derechos de las personas y colectivos más vulnerables, quienes, además, no han tenido responsabilidad alguna en esta cris, y sin embargo, son los que en mayor medida sufren sus consecuencias. Entonces no se seguirán formando enfermeras y matronas y aumentarán los índices de mortalidad materno-infantil, o que no se lleven acciones de prevención contra enfermedades como el sida, la malaria o la tuberculosis. Está claro que esto hace que los más pobres sean cada vez más pobres.

Las autoridades deben entender esto, deben entender que  es necesario hacer un esfuerzo para trasladar a la ciudadanía esta reflexión y que se valore en que se pierde con estos recortes. Tenemos que defender una manera de actuar que promueva unos valores éticos fundamentales que sitúen en primer plano los derechos básicos de las personas más vulnerables, por encima de todo. Se tiene que hacer entender que la AOD no es un gasto, es una inversión, que gastar en educación es la mejor inversión que se puede hacer, ya que esto generará a estas personas  que viven en la pobreza a cómo salir de ella y a desarrollar una vida digna. Y además esto traerá que estas personas pueda serle más fácil salir de las crisis y haga que estando formadas y capacitadas, puedan afrontar los problemas que tengan en el futuro.

La Ayuda al Desarrollo no es un lujo cuando las cosas van bien, ni tampoco una limosna cuando hay épocas más difíciles. Es una necesidad básica para millones de personas y son cada vez más las ONG que no tienen recursos para desarrollar sus proyectos en los sitios donde es más difícil el día a día. De hecho, se estima que entre un 20% y un 25% de las ONG, han ido desapareciendo por este contexto y otras muchas, en vista de que no tienen ningún tipo de subvención ni recurso, han tenido que pensar en otros modos de recabar fondos a través de internet u otros métodos para seguir ayudando.

Así pues, si las crisis se logran superar mirando al futuro, no se puede negar esta mirada hacia las personas que menos tienen, ya que son los más vulnerables haya crisis o no la haya, y por ello se tienen que poner sus derechos en el centro de cualquier política pública.

 

 

 

jueves, 3 de noviembre de 2011

ESPECULAR CON EL HAMBRE

Hoy os quiero hablar de un tema del que a veces no nos damos cuenta pero que resulta cuanto menos inquietante y decepcionante. Es sobre la hambruna, pero mucho más que eso, es sobre la capacidad que tiene el mundo actual sobre producir alimentos suficientes para su actual población pero la alta infecacia, corrupción y engaño que se produce al tratar de llevarse a cabo.

Quiero relataros un artículo de la revista Actulidad Económica de Noviembre en su apartado de pulsaciones y que me ha parecido muy adecuado a los tiempos que corren actuales y a este tema en concreto. Quiero compartirlo con vosotros hoy:

"La hambruna tiene culpables", titulaba hace unos días el diario Público. Y añadía: "Un informe de la ONU acusa a quienes especula con (...) los alimentas de castigar a los más pobres". Es innegable que el precio de los alimentos se ha disparado. ¿Por qué?. The Economist distingue tres tipos de motivos: irrelevantes, temporales y estructurales. Los irrelevantes son esos que tanto inquietan a Público y a Sarkozy. Es verdad que apenas el 2% de los contratos que se negocian en los mercados de futuros acaban en la entrega de la mercancía, pero ese trasiego garantiza la liquidez y sólo influye en  los precios a corto plazo. Además, la volatilidad de los alimentos la han sufrido otras materias de las que no hay futuros, como el cobre.

Los motivos temporales son los más importantes: las sequías en Argentina y Rusia, las inundaciones en Canadá y Paquistán o las prohibición de exportar cosechas que han adoptado algunos Gobiernos han reducido coyunturalmente la oferta global. Pero los motivos más inquietantes son estructurales. La agricultura experimentó otra carestía en 2007, y dos en cuator años son demasiadas carestías para atribuirlas a la mala suerte. "Una combinación de factores (el aumento de la demanada india y china, el paso de una dieta vegetariana a otra carnívora, el uso creciente del máiz como combustible y la caída del dólar) ha puesto fin al periodo que arrancó en 1970 y durante el cual el precio de los principales cultivos cayó año tras año", dice la revista. 


La mayor parte de los científicos y organismo internacionales coinciden en que el mundo produce comida suficiente para la población mundial, aunque no siempre en los sitios donde hace falta. Y dado que mejorar la distribución para que llegue hasta ellos es complicado, no queda más remedio que aumentar las cosechas. 

¿Cómo? En primer lugar, impulsando otra revolución verde. El rechazo a los cultivos genéticos y la ganadería intensiva es un lujo de países ricos. La otra respuesta paradójica es que se necesitan precios altos. Únicamente si lo márgenes mejoran, más agricultores se animarán a invertir. Ello obligará a ayudar simultaneámente a los consumidores más vulnerables, como ya hacen Mexico y Brasil.

Finalmente seguirán estallando crisis puntuales, cuya solución no depende sólo de la buena voluntad de Occidente. A Estados Unidos le criticaban que se volcara en la persecución de los terroristas somalíes mientras los refugiados se hacinaban en Kenia. Clinton tomó nota y se comprometió a dejar en paz a todas las ONG, incluso a las vinculadadas a Al Shabab, la franquicida de Al Qaeda en la región. Días después, dos milicianos se colaban en el campo de Dadaab y secuestraban a dos cooperantes españolas.

En fin, un artículo muy claro y conciso de cómo está la situación ahora en relación al hambre y sus daños colaterales y consecuencias.

Hasta la próxima.

jueves, 20 de octubre de 2011

SOMALIA, EN TIERRA DE NADIE

Retomamos el blog después de un tiempo para escribiros sobre un país que ultimamente ha estado en los oídos de la gente aunque mucho menos de lo que debería. Y lo que es más cierto, es un país del que no se puede decir ciertamente que sea un PAÍS, ya que es un estado fallido. ¿Y qué es un estado fallido?


Es un término utilizado por periodistas y comentaristas políticos para describir un Estado soberano que, se considera, ha fallado en la garantía de servicios básicos. A priori podemos extraer de esta definición que los mayores perjudicados es su población. Pues desde 1991, Somalia es uno de ellos. 


Situado en lo que se conoce como el Cuerno de África, del que ya hemos venido hablando de cómo está la situación anteriormente cuando estaba en Kenia; tiene 10 millones de habitantes y desarrolla sus actividades políticas y económicas de forma diferente en función del "señor de la guerra". Este término hace referencia a personas con poder que tienen el control militar de un área nacional, gracias a un grupo de fuerzas armadas leales al señor, y no a la autoridad central. Estas personas controlaban los clanes individuales en los que se dividía la sociedad somalí, y provocaban conflictos entre ellos por la disputa del territorio. Desde la salida de la ONU, se considera a Somalia como un país sin gobierno y desde la guerra civil de 1991 ha habido mas de 200.000 muertos y un número muchísimo mayor de desplazados a países vecinos, entre los que se encuentran Kenia y Etiopía. Actualmente el mayor número se concentra en el campo de refugiados Dadaab, del que sobreviven en condiciones más que precarias y donde la seguridad de los voluntarios ha supuesto una dificultad para las organizaciones que allí trabajan.


 

En la actualidad, y tras la guerra y posterior, Somalia está dividida en diferentes partes, la del norte con el proclamado Estado de Somaliland o el Estado de Putland; la parte central donde vive una fase de transición con una autoridad local rudimentaria; y la del sur, la más difícil por una cuestión política desfragmentada y donde se sitúan las mayores zonas declaradas en hambruna por la ONU en Julio. Es por todas estas situaciones donde más cuesta comprender por qué Somalia no se oye practicamente en los medios de comunicación, desde los masivos movimientos migratorios a los países vecinos así como los problemas gubernamentales que se están oyendo. En cambio, lo que se oyen son los secuestros de los barcos en el Índico, una zona plagada de piratas que simplemente son marineros y pescadores impulsados por la situación de pobreza actual. La piratería somalí es, por tanto, la punta del iceberg, la pequeña parte visible de un gran problema asentado en diversos factores de violencia, pobreza y deseperación. Es lo que se llama, una "guerra olvidada".


Os dejo aquí un extracto de diapositivas para entender mejor todo esto de parte de Alejandro Majarena y Andrea Cruz de los cuales me he servido de alguna información para explicaros todo esto.

Así pues, ¿qué se puede hacer con toda esta situación? ¿Con toda esa población civil que ha tenido el infortunio de encontrarse en una tierra abanada al conflicto? Sus casi 650.000 kilómetros cuadrados son mayoritariamente desérticos. Los habitantes de Somalia se han disputado sin cesar los escasos recursos (agua y pastos) desde hace muchísimo tiempo y eso hace que no avancen en un bien común. Es la desesperación por toda la situación que sufre el país de Norte a Sur y que difícilmente se puede pensar una manera de solucionarlo en base a las numerosas disputas de los distintos clanes y grupos religiosos que tratan de convertirse en "señores de la guerra".

Como siempre, los que más pierden son los refugiados que los que tienen suerte son capaces de emigrar a otras zonas más tranquilas por así decirlo pero otros miles se tienen que quedar en campos internos, donde no hay un día en que se piense que puede ser el último debido a los numerosos conflictos que existen por muchas de los territorios. El mismo Mogadiscio, la capital, es hoy una ciudad mayoritariamente en ruinas donde el mejor de los paisajes es encontrar edificios derribados y los agujeros de las balas en las paredes aún en pie.


Es Somalia, un país de África con una conexión estratégica geográfica en principio bastante favorable pero que ciertamente, viendo como está la situación se puede decir que está en tierra de nadie.

 


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Voluntariados por el mundo - Camboya y la sonrisa de un niño

Hace ya 10 días que hemos vuelto de Kenia y no hay un sólo día que no me acuerde de los días que pasaba allí y en especial de los niños del orfanato. Llevamos varios días compartiendo todos esos recuerdos y experiencias con la gente mas cercana a ti y eso es lo que hacer si cabe mucho más emocionante cualquier tipo de voluntariado que se pueda hacer. Por ello ya de vuelta a la realidad, hoy os quiero contar otro proyecto que ha realizado Borja Fernández, antiguo compañero que conocí en el campo de trabajo Atalaya. Si yo he tenido la suerte y la oportunidad de irme a Kenia, él se ha ido a la otra parte del mundo para realizar otra actividad muy diferente pero también con niños. Se trata de Camboya y la ONG con la que se fueron fue Por la sonrisa de un niño.

Camboya es uno de los países más pobres del sudeste asiático y Borja nos cuenta su relato en primera persona que quiero compartir en este post con vosotros. Darle las gracias en primer lugar por compartirlo conmigo ya que es uno de los proyectos en el que me gustaría ayudar en el futuro. Os dejo con sus comentarios: 


Camboya es un país que está en la península de Indochina entre Tailandia, Laos y Vietnam. Como en toda Indochina, el clima se divide en dos estaciones: la seca y la lluviosa. En la estación lluviosa cae una tormenta casi todas las tardes por la acción de los monzones. Las lluvias no duran mucho tiempo, pero son muy intensas y dejan a su paso inundaciones de medio metro que, en pocas horas, desaparecen al ser canalizadas de manera natural a los arrozales y zonas pantanosas. Durante las inundaciones las ciudades y la vida no se paralizan, sino que todo sigue su curso “normal”. Gracias a estas lluvias torrenciales, Camboya tiene extensos y fértiles arrozales que cubren todo el paisaje. El arroz es su principal y, en la mayoría de los casos, única fuente de alimentación. Desayunan, comen y cenan arroz -arroz en camboyano es “bai” y el verbo comer es “ñambai”-. A pesar de que la producción de arroz es muy elevada, muchos camboyanos no pueden permitirse una ración al día y la mayoría de los niños con los que hemos tratado sufrían una desnutrición muy importante. A esto, hay que sumarle la falta de vitaminas y la alimentación nada equilibrada que supone comer diariamente solamente arroz.
La población en Camboya es muy joven. El setenta por ciento es menor de veinticinco años y el treinta y seis por ciento de la población total es menor de catorce años. La esperanza de vida no llega a los sesenta años y alrededor de un tres por ciento de la población adulta tiene SIDA. A pesar de ser un país tan joven en el que te encuentras niños por todas partes, las familias están destrozadas. Casi no existen lazos afectivos entre los padres y sus hijos. Esto se debe al legado que dejaron los kemeres Rojos; ya que a estos niños, que ahora son padres, se les formó durante cuatro años en que las familias no existían y que los vínculos familiares corrompen al ser humano. A parte, muchos de ellos fueron obligados a asesinar ellos mismos a sus propios padres. Pol Pot eliminó a todos los intelectuales, entendiendo como tal desde el que tiene una carrera, pasando por el que sabe algo de otro idioma, hasta el que sólo lleva gafas. Asesinaron a un tercio de la población total. Como resultado, Camboya terminó siendo un país casi sin ningún servicio que requiriese algún tipo de formación intelectual previa, como médicos, abogados, traductores, etc. Se convirtió en un país en el que la mayoría de la población sólo sabía o podía ganarse la vida trabajando en la agricultura o en algún otro trabajo físico con el que se pudiese ganar la vida. Camboya, después de Tailandia, es el país con mayor índice de turismo sexual, por lo que las mafias secuestran a miles de chiquillas que más tarde explotarán sexualmente.
Después de esta pequeña introducción, me centraré en algunos temas más concretos con los que me he enfrentado estos días.

He estado trabajando en una aldea en la jungla con ciento cincuenta niños de uno a diecisiete años. La mayoría de ellos tenían algún problema de salud, ya sean infecciones cutáneas, desnutrición aguda, quemaduras de aceite, heridas por violencia doméstica, enfermedades, fiebres altas, SIDA, heridas graves infectadas, etcétera. No eran niños especiales, ni tampoco escogimos a los niños que peor estaban para curarlos, sino que esos problemas de salud son su pan de cada día. Es lo normal. Es más, no nos pudimos dar cuenta de muchos niños que necesitaban una cura urgente hasta pasada una semana, ya que son niños que no se quejan, no lloran. Teníamos que ser nosotros los que nos diésemos cuenta de que tenían alguna infección porque ellos no venían a decírnoslo.

A diferencia de los otros campamentos en los que la mayoría de los niños trabajan en el basurero, los nuestros no eran, exclusivamente, niños del basurero. Estos niños viven en la jungla y están expuestos a cualquier tipo de picadura de serpiente o de un tipo de ciempiés de 25 cm de longitud y unos 3.5 de diámetro que su picadura es mortal. Por otro lado, en los charcos, en las zonas pantanosas y en los arrozales hay muchos parásitos que se meten en la piel y que son muy difíciles de sacar. Como consecuencia del calor y la humedad, cualquier herida que se hacen no se cicatriza y se acaba infectando y macerando. Como tampoco hay agua corriente, ni electricidad, ni servicios, las condiciones sanitarias son bastante malas, la gente hace sus necesidades en cualquier lado y luego, como van descalzos, se infectan cualquier pequeña herida que tengan.
En general la mayoría de los niños camboyanos trabajan. Principalmente, con los que más relación hemos tenido son con que trabajan o en los basureros o recogiendo basura (principalmente latas) por las calles de Phnom Penh.


La primera vez que vi a niños recogiendo basura fue en Sihanoukville (ciudad que está en el sur de Camboya, en la costa). Durante el día están vendiendo marisco, que pescan ellos por la mañana, a los turistas y por la noche se recorren todos los chiringuitos para recoger las latas que tira la gente. Por la noche, a medida que iban llegando los niños, los íbamos cogiendo y les secábamos con nuestras toallas porque fuera del porche del chiringuito estaba cayendo una tormenta espantosa. Una vez secos algunos nos pusimos a jugar con ellos, fue el primer momento en el que me di cuenta de la necesidad que tenían estos pequeños de sentirse niños. Me pasé dos horas jugando a un juego que consistían en que el niño escondía una piedra en una mano y tenía que averiguar en qué mano estaba -el niño que estaba recogiendo latas por la noche con el que jugué es el de la foto-. A pesar de que el juego me parecía muy aburrido, el niño parecía que estaba disfrutando como nunca en su vida. Cuando nos fuimos les dimos las latas de refrescos que habíamos bebido.


Por las calles de Phnom Penh los niños trabajan buscando basura arrastrando carros. Para cruzar algunas zonas se tienen que esperar e ir en grupos grandes porque hay mafias u otros grupos de niños que les pueden quitar lo que hayan conseguido durante la noche. Cuando terminan tienen que ir a vender la mercancía que han recogido a las diferentes mafias según la zona donde estén. Como los carros son muy caros para ellos, muchos tienen que alquilarlos cada noche y al día siguiente venderle lo que ha conseguido a la persona
que les ha alquilado el carro. Al igual que en el basurero, las mafias pagan por kilo lo que les apetece cada día. De esta forma nunca saben lo que van a ganar con lo que han recogido durante la noche hasta el día siguiente cuando lo venden.


Sin duda alguna, donde mayor miseria he visto ha sido en los basureros. En Phnom Penh han cerrado el basurero antiguo hace un par de años y la gente que trabajaba ahí y que tenía sus casas en el propio basurero no se ha trasladado. Todos siguen viviendo en el mismo sitio, aunque este ya no está en funcionamiento. El pequeño arroyo bordea muchas casas y en algunas las atraviesa. El olor que desprende es horrible y muchos niños van descalzos y pisan esa agua. El suelo donde están construidas las casas es basura descompuesta y aunque pueda parecer tierra en la imagen de la izquierda es todo basura.



El nuevo basurero es igual de grande que el antiguo y se encuentra en las mismas condiciones de miseria. La diferencia es que le rodea un río ácido y sólo hay una entrada controlada por unos policias armados que, a su vez, están controlados y pagados por la mafia. Estos policías sólo dejan pasar a los que van a trabajar y no permiten la entrada a ninguna ONG. Nos contaba un monitor camboyano que cuando el trabajaba en el basurero tenía que pagar unas tasas a la mafia para poder trabajar ahí; además, sólo podía vender lo que habia encontrado en un solo sitio que estaba controlado
por la mafia y estaba completamente indefenso porque, al no poder acudir a otras personas para vender su mercancía, tenía que aceptar la cantidad ridícula que les pagaban (les pagan en droga o en dinero) por cada Kilo. Al sólo haber una entrada, la mafia tiene mucho más fácil el poder controlar todo lo que entra y lo que sale, quedando dentro miles de niños indefensos que no sólo trabajan ahí, sino que viven y duermen en los montones de desperdicios. La situación es dramática y la solución cada vez más dificil por la imposibilidad de llegar al problema y poder actuar.


Este es un breve relato del duro proyecto que realizó Borja en Camboya que como vemos sufre unas desigualdades y unos umbrales de pobreza altísimos. Sin duda que habrá supuesto una gran experiencia para él y yo quería hoy compartirla con todos para tener otra historia de otro voluntario en el mundo.

miércoles, 31 de agosto de 2011

ASANTE SANA KENYA - GRACIAS KENIA

Eric, Kevin, Eunice, Ben, Paul, Simon, Alma, Innocent, Anthony, Lidia, Justin, Ruth, Gilbert, Latia, Fenny, Anni, Daisy, Rosemary, Doris, Rose, Amal, Kelvin, Dennis, Annjerry, Margaret, Mungay, Junior, Simon, Brigitte, Valma, Stanley, Joseph, Thomas, Christine, Peter, Veronika, Jerry, Grace, Anne, Elisabeth, Joyce, Magdalene, Mary y así hasta llegar hasta 112 niños y niñas de Kenia. Hoy empiezo por sus nombres porque en el ultimo post dessde Kenia merecían ser los primeros en aparecer porque son lo más importante. Esta aventura, proyecto, experiencia o muchas más cosas que se podría llamar llega a su fin. He estado cerca de 45 días en este increíble país aprendiendo, disfrutando y conociendo gentes, situaciones, swuahili y muchas cosas mas.

La verdad es que podría estar mucho tiempo escribiendo este post si quiero explicar un poco lo que he sentido en todo el tiempo que he estado aquí. Creo que es imposible tratar de transmitir la emoción constante que es conocer un país y unas personas como las que viven aquí. Por eso lo mejor que puedo hacer es recomendar a todo el mundo que vaya al corazón de África, a Kenia y lo compruebe por sí mismo y se enamore de esta tierra. Ahora me queda una semana en la que disfrutare de un poco de turismo de este páis, que es una fuente de naturaleza y vida salvaje que no se encuentra en ningún lado del mundo.



Pero os voy a poner las cosas que más echare de menos y de las que siempre me acordaré. Las situaciones, charlas y las complicidades con los niños del Home va a ser explicarlas y me las quedaré dentro de mi para siempre todo lo que he compartido con ellos en este tiempo. He de decir que aunque yo iba como profesor para el programa de verano de los niños, creo que ellos han sido los profesores silenciosos conmigo con todo lo que me han enseñado. Por ello no puedo estar nada más que muy agradecido a la oportunidad que me dieron primeramente de venir aquí y luego a toda esta gente que nos ha acogido como familia en el orfanato y en los demás sitios que hemos pasado fuera del mismo.

Me quedo con los amaneceres, con abrir la puerta de nuestra cabaña y ver la vida salvaje en su máxima expresión en medio de la sabana africana. O escuchar a más de 100 niños cada mañana haciendo que el sitio donde estaba pareciera una fuente interminable de vida. Y me quedo con los anocheceres cuando ibamos cabaña por cabaña dando las buenas noches a todos y viendo la evolución en el cariño y la confianza que teníamos día a día con cada uno de ellos. Las confidencias también han ido llegando, especialmente de los chicos y chicas más mayores y que se acercaban en edad a nosotros y ahí es donde creo que yo más he aprendido de la realidad en que viven y me han transmitido, muchas veces tengo que decir, muy dura.

Es inevitable que en este post también recuerde donde estoy por mucho que os trasnmita todo lo bueno que he pasado. Pero Kenia está pasando por momentos muy difíciles por la crisis del Cuerno de África y eso se ve en los diferentes sitios por los que he estado, se palpa y se siente y es una frustración verlo y darse cuenta con lo poco que vive mucha gente en este páis (concretamente 11 millones de personas) y las diferencias que existen entre unos países y otros. Ha sido una visión muy completa de como está el mundo, desde donde vengo hasta donde estoy pero ha sido muy enriquecedor para darse cuenta de muchas cosas y de valorar todo si cabe aún mucho más lo que tengo. Además he tenido la suerte de conocer las costumbres, cultura y tradición de Kenia y de África Subsahariana en general; y tengo que decir que aunque la respeeto muchísimo,  tengo mis discrepancias con ellas y creo que el avance de estos países debe venir de la mano de cambios en estos aspectos, en especial del papel de la mujer.

No se que más contaros, han sido unos días muy completos a nivel personal no sólo por la reflexión si no por la convivencias también con los voluntarios, donde nos juntábamos al decir buenas noches a los niños y repasábamos todso los buenos momentos que hemos tenido juntos, con los niños, con las confidencias que luego nos relatábamos. Han sido muchas cosas por compartir porque lo bueno de estas cosas es compartirlas. También ha sido muy enriquecedor para mi salir a correr fuera del orfanato, en medio de la sabana, para ordenar pensamientos y volver casi de noche teniendo la luz de Nyumbani de la entrada como faro para la vuelta. Son pequeños detalles que se que echare de menos y que aquí he valorado mucho.



Y ahora que? Pues sinceramente no lo se. Ordenar pensamientos y reflexiones que se han hecho aquí. Queda volver a mi realidad diaria, el trabajo y pensar en la siguiente aventura y experiencia para compartir con personas que no han tenido la suerte que nosotros. Me viene a la mente en estos días ir a Camboya y conocer el sudeste asiático pero sin duda que todo puede dar muchas vueltas y veremos lo que pasa en el futuro. Me voy siendo consciente de como esta el mundo, tan desigual pero con el ánimo muy arriba y con una positividad enorme. Ha sido una cargada de pilas para todo lo que venga en adelante. He intentado a su vez dar esta positividad a todos los niños y gentes de aquí, con lo que creo que ha sido una simbiosis muy interesante. Me acordaré de la generosidad de toda esta gente, su respeto, y su capacidad de esfuerzo. También de las clases, de los niños escribiendo y los silencios que había. O de las misas, auténticas fiestas con bailes donde todo el mundo participaba. También de la vida que hemos llevado aquí, como cualquier keniata, cogiendo sus transportes públicos y comiendo toda la comida de la zona. En definitiva, muchísimas experiencias y situaciones que nunca olvidaré.

Escribiré cuando vuelva a España en una semanas, contandóos como ha sido la vuelta y este blog continúa. Os seguire contando temas que afectan al mundo y a la realidad que nos rodea. Ha sido muy inspirador todo lo vivido y espero que mucha gente pueda por cualquier parte del mundo experimentar un voluntariado para compartir con mucha gente. Sólo me queda dar las gracias de nuevo y recalcar que en este tiempo me he dado cuenta ya del secreto de este país y por qué es tan increíble. Y lo es por sus niños, los niños de Nyumbani y la vida que desprenden. Por ello acabo esto y me bajo a aprovechar el tiempo que queda al máximo con ellos. Gracias a toda la gente que ha estado aquí conmigo y me ha dado tanto y finalizo este post, que me está costando acabar de escribir, pensando en que algún día en mi vida volvere y repasaré las cosas que he hecho aquí.

ASANTE SANA KENYA